Las botellas de este tinto de Silice Viticultores están contadas, es un privilegio poder abrir una de ellas en cualquier celebración. En cuanto tenga lugar ese momento mágico, podréis percibir un aroma a frutos rojos y ligeros toques minerales. Ambas son características propias de la uva mencía, que domina ampliamente el coupage de este vino. Garnacha tintorera y, en menor medida, uva blanca conforman un gusto inolvidable.
El granito del suelo en el que crecen las vides de la Ribeira Sacra, la crianza de tres meses en barrica nueva y el embotellado a mano con un filtrado ligero dan lugar a un vino que compensa escalar muros y hacer equilibrios. Así hacen los encargados de elegir cada racimo en la bodega de los hermanos Rodríguez.