En ocasiones, las subidas de tensión eléctrica causan cortocircuitos, averías o incluso incendios en el peor de los casos. Con estas tres situaciones, tienes justificación suficiente como para implementar medios de prevención en tu hogar como, por ejemplo, la instalación de un protector para sobretensiones permanentes y transitorias.
Cuando tiene lugar esta circunstancia, puedes tener problemas para que la compañía aseguradora te abone una indemnización. Imagínate lo catastrófico que resultaría si afectara a varios electrodomésticos a la vez —que, por otro lado, suele ser lo habitual—. En este artículo, te mostraremos cómo ponerle solución.
Causas y consecuencias más comunes de las sobretensiones
Una subida de tensión se produce, básicamente, cuando esta experimenta un ascenso y excede en pocos segundos los kW que tienes contratados. Si tu instalación estaba preparada para 13,86 kW, por ejemplo, es posible que se registren 30 kW.
Esta circunstancia, como te imaginarás, es muy conflictiva, pero no es tan frecuente como suele parecer. El desencadenante más relevante es la caída de un rayo sobre el cableado urbano o la torre de suministro. Lo mismo sucede cuando hay una avería eléctrica en la instalación, que puede ser o no responsabilidad tuya como titular.
Por otro lado, si conectas a la misma vez un número demasiado elevado de dispositivos, la red tiende a saturarse. Una circunstancia similar se da cuando tienes aparatos trifásicos (con una potencia de 380 V) en una instalación monofásica. Como no sería capaz de soportar un volumen excepcionalmente amplio, se sobrecargaría de igual manera.
Medidas principales para evitar sobretensiones
Prevenir los picos de tensión está en tu mano, pero es importante que comiences desde ahora. Presta especial atención cuando haya tormenta para subir el diferencial si se baja por la caída de un rayo. En este tipo de circunstancias, no hay nada que puedas hacer para impedirlo. No obstante, tienes la opción de restablecer la red para evitar perjuicios mayores (por ejemplo, en el frigorífico).
Otra clave fundamental es que conozcas tu potencia contratada, algo que puedes consultar en la factura. ¿Has percibido que la luz se va con frecuencia? Quizá estés usando un volumen de kW superior y que esa sea la causa. De ser así, la resolución a este problema es tan sencilla como contactar con tu compañía comercializadora para ajustarlo.