Quizás te estés preguntando si es mejor un radiador eléctrico o un radiador de agua para mantener tu casa caliente durante este invierno. Esta es una duda muy frecuente cuando llega el frío y queremos encontrar la forma de conservar nuestro hogar cálido sin que nos cueste demasiado.
En este artículo, te ayudaremos a entender las principales diferencias entre ambos sistemas de calefacción. Con esta información, podrás elegir cuál es el que más se adapta a las características de tu hogar.
¿Cuál es la diferencia entre un radiador eléctrico y un radiador de agua?
Aunque pueden parecer similares, estos dos sistemas de calefacción tienen diferencias clave que los hacen únicos.
Los radiadores eléctricos funcionan, como su propio nombre indica, mediante electricidad. Suelen ser más pequeños que los anteriores y pueden ser portátiles. Por su parte, los radiadores de agua son aparatos conectados a una caldera que utilizan el agua caliente para emitir calor a la estancia.
Ventajas de los radiadores eléctricos
Este tipo de aparatos de calefacción son una opción versátil, sobre todo, si vives en una vivienda pequeña o mediana y estás buscando una solución económica y temporal para este invierno. Los radiadores eléctricos también son muy recomendables en lugares donde el frío no es demasiado intenso.
Uno de sus grandes puntos a favor es la facilidad de instalación: simplemente lo enchufas y listo. No hay necesidad de conectarlo a una caldera ni requiere de obras complicadas.
Otra característica importante es su portabilidad. Puedes mover estos aparatos de una habitación a otra con facilidad, lo que los hace ideales cuando se trata de calentar espacios específicos en vez de toda la casa. Este factor los convierte en una opción perfecta para quienes alquilan su vivienda o en cuartos que se usan de forma ocasional.
Otra gran ventaja es su precio, y en Repsol encontrarás modelos de Orbegozo y Cecotec al mejor precio garantizado. En nuestra tienda online tienes radiadores de aceite y radiadores de mica por menos de 75 euros.