Las airfryer están ganando popularidad, y son uno de los pequeños electrodomésticos que más se venden en la actualidad. Quienes las usan con frecuencia defienden que los platos son más saludables al prescindir del aceite (y, por tanto, de la grasa). Pero ¿qué sucede en términos energéticos? ¿Qué gasta más la freidora de aire o la vitrocerámica?
Esta es una pregunta muy común entre los consumidores y a la que queremos dar respuesta en este post. Hemos visto cómo funciona una freidora de aire, y la OCU afirma que son como un horno que no tiene casi nada que ver con las clásicas. Lo que nos interesa ahora, vistos algunos de sus beneficios, es saber si realmente las freidoras de aire conllevan un ahorro de electricidad.
¿Cuánto consume una freidora de aire?
La OCU ha realizado un balance sobre este dispositivo. Una de sus principales conclusiones es que solo emplean un 7 % de aceite, y es la cantidad que viene con algunos de los precocinados, como las patatas fritas. De esta manera, no tienes que añadir más y la textura es más crujiente, lo que supone una mayor calidad.
Respecto al consumo energético, cifras del sector señalan que oscila entre los 1,4 y 1,7 kWh, un 25 % más que las convencionales. El organismo que mencionábamos elaboró una comparación entre diferentes alimentos que nos ayudará a ilustrar cuánta electricidad requiere en el día a día:
- Pollo asado: 0,54 kWh (0,09 €).
- Patatas fritas: 0,287 kWh (0,05 €).
- Bizcocho: 0,223 kWh (0,04 €).
¿Cuánto consume una vitrocerámica?
El Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE) estima que una vitrocerámica requiere entre 1,2 y 2,5 kWh. Vemos cómo la horquilla inferior se mantiene por debajo de las freidoras de aire, pero no es el caso de la superior y, por supuesto, tampoco de la media. Pero ¿cuánto te supondría usarla con frecuencia en casa?
El coste sería de hasta 900 kWh anuales. Algo similar sucede con las placas de inducción, que alcanzan los 720 kWh al año. Es cierto que son una opción más asequible, pero su impacto en la factura de la electricidad es relevante.
Conviene hacerse una pregunta llegados a este punto: ¿qué gasta más la vitro o la freidora de aire? Las cifras demuestran que la airfryer es una opción más sostenible y eficiente. De hecho, contribuye a reducir la factura de la luz con su uso continuado, sobre todo si se aprovecha para elaborar la comida para varios días y evitar así picos de consumo.