En este post hablaremos de un sistema de calefacción que se puede utilizar en cualquier época del año. Daremos respuesta a una duda tan frecuente como qué gasta más la bomba de calor o frío, analizando el coste económico y ecológico de ambas. Sigue leyendo para descubrir cuál es más recomendable no solo en invierno, sino también en el resto de estaciones.
¿Cuánto consume un aire acondicionado con bomba de calor?
El primer paso para saber si este sistema es aconsejable es determinar cuánto consume un aire acondicionado con bomba de calor. De acuerdo con cifras del sector, ronda los 2,5 kWh en equipos de media-alta gama y una eficiencia óptima. Si extrapolamos las cifras, hablaríamos de unos 390 kWh al mes, el equivalente a entre 80 y 100 euros.
Pero ¿cómo funciona este equipo y por qué es idóneo para nuestros hogares? Lo que hace es extraer la energía del aire para calentar el líquido refrigerante que fluye por su interior. Sigue el principio de refrigeración reversible para aumentar o reducir la temperatura de la estancia con una distribución gradual y uniforme.
Te sorprenderá saber que existe un método todavía mejor para disminuir el gasto eléctrico en el hogar. Consiste en combinar la bomba de calor con los paneles solares, lo que aumenta la eficiencia energética hasta en un 300 %. Sin embargo, incluso con el suministro convencional puedes obtener grandes beneficios.
¿Qué consume más, el aire acondicionado convencional o por bomba de calor?
Lo que se busca es que haya una cierta equivalencia entre los kWh consumidos y los producidos. Es decir, que sea capaz de dar más potencia de la que requiere en forma de calor o frío, según lo que necesitemos. Estos dispositivos generan unos 3 kWh por cada uno que utilizan, lo que los posiciona como una solución muy eficaz.
Este concepto se conoce como COP (coeficiente de rendimiento). El del aire acondicionado varía bastante más en función del modelo, pero casi siempre es inferior a 1. ¿Qué nos quiere decir esto? Que no es tan eficiente y, por lo tanto, tiene un consumo eléctrico más elevado que una bomba de calor.
Las razones son claras: cuando prescindimos de esta, el equipo pasa a depender de la electricidad al 100 %. Es decir, estaríamos desaprovechando la energía que aporta el aire, tanto el interior como el exterior. Incluso si tenemos una instalación de paneles solares, no estaríamos sacando tanto provecho en términos ecológicos.