Lo que debes saber sobre la normativa vigente
La cualidad más importante del aceite es su viscosidad, ya que de ella depende el espesor de la película lubricante, reduciendo la fricción y el desgaste entre los componentes del motor. Además, el aceite está formulado con otros componentes que le permiten evitar la corrosión, limpiar y mantener en suspensión los contaminantes. No debemos confundir esta característica con el índice de viscosidad, que es un indicador de cómo varía la viscosidad con la temperatura: cuanto mayor es el índice de viscosidad, mejores prestaciones de fluidez a distintas temperaturas.
La viscosidad del aceite depende de la temperatura. Cuanto más calor, mayor fluidez. Cuanto más frío, mayor viscosidad. La Sociedad Americana de Ingenieros del Automóvil (SAE) clasifica los aceites en diferentes grados de viscosidad, dependiendo de la temperatura y del esfuerzo de cizalla que se somete a los aceites.
Si acudes al manual de tu automóvil, verás que indica una nomenclatura SAE específica que indica el grado de viscosidad recomendado para ese modelo en concreto. La primera cifra que aparece a la izquierda de la W se refiere a la viscosidad del aceite en frío y la segunda cifra, a la derecha, indica la viscosidad del aceite en caliente.
Con este procedimiento la SAE establece once tipos de aceite de motor, que oscilan entre 0W y 60. La W (que viene de winter, “invierno” en inglés) tras el número indica que es un aceite adaptado para emplearse a bajas temperaturas.
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