Limpiar la parte externa del aire acondicionado
Tras haber limpiado bien el interior, contando con filtros, las rejillas y otros elementos, la limpieza del plástico exterior que lo protege también es importante. Para ello, del mismo modo que para el interior, utiliza un paño húmedo, pero esta vez con lejía. Humedece toda la superficie con el líquido y frótalo con una esponja. Es fundamental que para que este haga efecto se deje durante 10 minutos y se seque por completo.
¿Cómo quitar lo amarillo del aire acondicionado?
Tras un tiempo de uso, es frecuente que los electrodomésticos cuyo exterior es de plástico blanco empiece a volverse amarillo. Esto se debe a la incidencia de los rayos de luz UV en su superficie. Para ello, te damos 3 trucos de limpieza para blanquear el aire acondicionado rápidamente:
- En este primer remedio necesitas usar crema de agua oxigenada, guantes y papel film. Tras haber limpiado el polvo del exterior con anterioridad, aplica la crema en el electrodoméstico. Utilizando los guantes, coloca el papel film encima y déjalo reposar durante 24 horas. Pasado este tiempo, retira el film y verás cómo el color amarillo ha desaparecido por completo. Si no es así, repite el proceso una vez más.
- Para este segundo truco, necesitarás mezclar vinagre blanco con agua. Con la misma cantidad de uno que de otro, aplícalo en la superficie que quieres blanquear. Déjalo actuar unos minutos, retira toda el agua y déjalo secar por completo para ver el resultado.
- La tercera alternativa es utilizando bicarbonato de sodio con agua. De esta manera se consigue una mezcla pastosa que debes distribuir en las zonas amarillentas de tu electrodoméstico. Déjalo actuar durante 30 minutos y, después, pasa un paño húmedo por encima para limpiar la pasta sobrante.
¿Cómo limpiar la unidad exterior del aire acondicionado?
Otra de las partes importantes a las que realizar la limpieza es la unidad exterior del aire acondicionado. Es una zona esencial para el funcionamiento de estos aparatos de climatización y la que más sufre las condiciones ambientales, por lo que su mantenimiento no puede ser menos. Su rendimiento afectará directamente al del aparato interior.
En este caso, habrá que asegurarse de que no se acumule la suciedad y se obstruyan los conductos, además de tener cuidado de no dañar el cableado al desmontar el dispositivo, para lo que conviene que tengas el manual de instrucciones a mano. Aunque los componentes más delicados están protegidos, es importante revisarlo frecuentemente:
- En primer lugar y por seguridad, se debe apagar el aparato y mantenerlo desenchufado de la corriente.
- Limpia la zona de alrededor, puede tener escombros, hojas, césped, etc., que pueden llegar a obstruir el aparato.
- Pasa un trapo suave de microfibra por la superficie, siempre con agua tibia y sin productos abrasivos (puedes usar jabón neutro como opción).
- Quita las rejillas de protección para proceder con más facilidad al interior de la unidad. Emplea el mismo trapo suave de antes (lavado previamente), con especial incidencia en los cantos.
- Utiliza una aspiradora para limpiar las aletas y retirar todo el polvo, mejor si tiene una escobilla gruesa como accesorio para eliminar la suciedad acumulada.
- Pasa el paño también por la parte más visible del ventilador y la carcasa de protección. Puedes echarle aceite para motor al ventilado para lubricarlo.
- Pasa un paño seco para minimizar cualquier resto de humedad.
- Cuando hayas terminado y lo montes de nuevo todo, te aconsejamos dejarlo sin funcionar durante 24 horas.
Estos aparatos pueden estar en zonas difíciles de acceder. En ese caso es preferible que encargues el mantenimiento a un técnico.