En los últimos años, la transición energética ha sido un punto fundamental en las políticas gubernamentales. El Acuerdo de París, firmado en 2015, tiene como objetivo reducir las emisiones de efecto invernadero y llegar a 2050 con una reducción del calentamiento global. Para ello, los gobiernos están tomando numerosas medidas, entre ellas, incentivar el consumo de energía solar, una gran alternativa para obtener luz y agua caliente en casa de fuentes 100% renovables.
Cuando hablamos de energía solar, es inevitable que hablemos de los paneles solares, ya que es la herramienta que nos permite disfrutar de los beneficios del sol. Pero, hay diferentes tecnologías que aunque dependen del sol, funcionan de forma muy diferente: térmica y fotovoltaica.
¿Cuál es la diferencia entre energía solar térmica y fotovoltaica?
La gran diferencia entre la energía solar térmica y fotovoltaica es el funcionamiento y el uso que tiene:
Lo más habitual es optar por instalar paneles solares fotovoltaicos, ya que tienen mayores beneficios como:
- Usos en la vivienda. La energía fotovoltaica permite tener más usos que la térmica, que solo permite calentar el agua y, según el tipo de panel, climatizar la vivienda. Por el contrario, en las fotovoltaicas permiten tener un suministro de electricidad, lo que implica el funcionamiento de gran parte de la vivienda.
- Durabilidad. Mientras que la energía solar térmica tiene un tiempo de vida útil de entre 5 y 10 años, la fotovoltaica puede llegar a durar hasta 30 años. Además, el desgaste es mucho mayor en los paneles solares térmicos y las reparaciones son más frecuentes.
¿Cómo funciona la energía solar térmica?
Este tipo de energía funciona a través de paneles solares, que se encargan de recoger la luz del Sol para transferir el calor y suministrar agua caliente sanitaria al hogar. Podemos encontrar tres tipos de panel solar térmico, según las necesidades de consumo:
- Colectores de baja temperatura: Alcanzan temperaturas de hasta 65ºC. Es el más habitual para suministrar energía a los sistemas de calefacción y proporcionar agua caliente a viviendas y negocios.
- Colectores de media temperatura: Alcanzan temperaturas de 100 a 400 ºC. Se usan principalmente con aplicaciones industriales.
- Colectores de alta temperatura: Alcanzan temperaturas superiores a 500ºC, se usan principalmente para la generación de electricidad en las centrales térmicas.
¿Cómo funciona la energía solar fotovoltaica?
Este tipo de energía funciona a través de una instalación de paneles fotovoltaicos que captan la radiación solar y la transforman en electricidad, esto se conoce como efecto fotovoltaico.
Para que pueda suceder el efecto fotovoltaico, se necesitan células solares, que son las que permiten hacer la transformación. Cada célula solar solar mide aproximadamente unos 10cm, y cada panel está formado por unas 60.
En los últimos años la energía fotovoltaica ha tenido grandes avances en su tecnología y ya está al alcance de todos. No hace falta tener una casa para poder instalarlo, puedes hacerlo junto a tu comunidad de vecinos o, incluso, conectarte a una Comunidad Solar sin necesidad de hacer una instalación en casa.