El uso de electrodomésticos, clave para evitar el calor
Aunque puede parecer paradójico, algunos electrodomésticos juegan un papel importante en la lucha contra el bochorno y la sensación de sofoco. Atento a cómo puedes usarlos correctamente para que te ayuden en esta labor.
No olvides tu nevera
La nevera puede ayudarte a combatir el calor no solo enfriando tus bebidas y alimentos. Si introduces una bandeja con agua congelada o unos simples cubitos de hielo en una bolsa y luego la colocas frente al ventilador, este soplará más frío.
El lavavajillas solo en horas frías
Mientras algunos pueden ser de ayuda, otros hacen más complicado mantener un ambiente de confort. Entre estos últimos, destaca el lavavajillas, ya que desprende calorías cuando se usa. Por eso, es recomendable usarlo por la noche. De este modo, el calor emitido por este electrodoméstico no aumentará la temperatura de tu hogar durante el día.
Cocina de manera inteligente
La vitrocerámica y el horno son dos de los electrodomésticos que más energía térmica producen. Por lo tanto, te recomendamos minimizar su uso en los días más calurosos. Opta por platos fríos o utiliza la parrilla al aire libre. Si necesitas emplear estos electrodomésticos, no lo hagas de 12 a 18, ya que son las horas más calientes del día.
Desenchufa los aparatos electrónicos
Los aparatos electrónicos, incluso cuando no están en uso, generan calor. Por tanto, si no los estás utilizando, lo mejor es que los desenchufes. De este modo, también estarás ahorrando energía.
Uso responsable del aire acondicionado
Si finalmente decides encender el aire acondicionado, es importante hacerlo de manera responsable para evitar un consumo excesivo de energía. Una manera muy efectiva es manteniéndolo a la temperatura adecuada.
Con estas estrategias, convertirás a tus electrodomésticos en tus mejores aliados para conservar tu casa durante el verano a una temperatura ideal.
Juega con la iluminación y los colores para mantener la frescura
Más allá de la propia sensación térmica de las estancias, hay otros aspectos que influyen de manera directa en este aspecto. ¿Sabías que gracias a la iluminación y si eliges bien los colores puedes conseguir un ambiente fresco? Aquí te dejamos algunas pautas para que puedas sacarles el máximo provecho.
La iluminación adecuada
Aprovecha al máximo la luz natural durante las primeras horas del día y al final de la tarde, cuando la temperatura es más baja. Evita la luz directa del sol durante las horas pico, ya que aumenta considerablemente la temperatura en el interior de la vivienda.
Además, las bombillas incandescentes generan una gran cantidad de energía térmica, por lo que es aconsejable reemplazarlas por LED. Estas últimas producen menos energía térmica y son más eficientes desde el punto de vista energético.
El poder de los colores
Los colores son capaces de influir en nuestra percepción del calor. Los claros, como el blanco, el beis o los tonos pastel, reflejan la luz y ayudan a evitar que la temperatura de la casa aumente. Una buena opción puede ser pintar las paredes y el techo con estos colores. Los muebles y las cortinas de colores claros también pueden contribuir a este objetivo.
Materiales y texturas ligeras
Los tejidos ligeros y naturales, como el algodón o el lino, son los mejores materiales para las cortinas, sábanas y cojines durante el verano, ya que son frescos al tacto y permiten la circulación del aire.
Con todas estas estrategias, es posible mantener la casa con una sensación térmica agradable incluso en los días más calurosos del verano. No se trata solo de confort, también es una cuestión de eficiencia energética y de cuidado del medioambiente. Recuerda que cada pequeño gesto cuenta. No permitas que el calor te quite el sueño y consigue una temperatura agradable en tu hogar de forma natural y eficiente.